Y es que Magical Girl, con sus defectos y sus virtudes, es sin duda un ejercicio de buen cine. Una razón (Más ) por la que creer en el cine español independiente.
Magical Girl narra la historia de tres personajes: Luis, Alicia, y Damián, todos ellos con un pasado complicado y un futuro algo incierto y desolador. La falta de esperanza y sobretodo, el dolor, une a estos personajes en un cuidado metraje de 120 minutos de duración.
Formalmente, la obra destaca por una sobriedad expresiva que logra crear una atmósfera violenta y opresiva. Planos arriesgados y perspectivas novedosas, con frecuentes elipsis al más puro estilo Haneke ( Funny Games, La Cinta Blanca ) Deja lugar a la imaginación y, como suele ocurrir, la imaginación se pone en lo peor. Además, la música japonesa y las alusiones a Magical Girl, dotan al film de una fuerte personalidad.

En cuanto al contenido, la obra realiza, en mi opinión, el retrato de una sociedad que se desmorona por la búsqueda del propio beneficio, un fuerte individualismo que destruye la empatía, la sinceridad y el amor. Y este retrato lo teje a raíz de la historia de estos tres personajes citados anteriormente. Luis y Damián, personajes similares y distintos a la par: ambos son profesores pero uno de letras y otro de ciencias, lo cual puede interpretarse como una cuestión que persiste en toda la obra : La racionalidad frente a la emotividad. Luis, padre de una hija con leucemia, quiere que su hija sea feliz y para cumplir su deseo, manipula a Bárbara hasta conseguir el dinero suficiente como para comprar el vestido de Magical Girl a su hija y así, cumplir su deseo. Por su parte, Damián, tras salir de la cárcel por haber ayudado a Bárbara en otra ocasión, está dispuesto a hacer lo que sea para cumplir los deseos de Bárbara. Vemos entonces, como la manipulación de los personajes basada en un fuerte egoísmo marcado por la cosificación del amor o la utilidad del amor (El amor como una necesidad ) , convierte el lícito y comprensible fin de los protagonistas en medio inhumanos.
Si analizamos las historias de los personajes en binomios paralelos (Luis, Alicia - Bárbara, Damian ) podemos encontrar una fuerte interconexión. Bárbara tenía doce años en los recuerdos pasados de Damián ( El cara de cerdo me da pena ) y doce es también la edad de Alicia.
La dualidad está presente en toda la película: Estos personajes son víctimas y culpables, son buenos y malos, son racionales y emocionales, son conocidos y desconocidos...
Y al final de la pelicula, lo único que nos queda claro, es que dos más dos, siempre serán 4.