Por su recurrencia en el cine, la Distopía podría considerarse como un subgénero de la ciencia ficción. A menudo en tono crítico, cineastas imaginan un futuro desesperanzador e inhumano.
Canalizan su visión desde perspectivas tan dispares como la de Fritz Lang en Metrópolis, hasta la de Woody Allen en El Dormilón, o la de Kubric en La naranja mecánica.
Pero, ¿ Pueden ser las distopías, utopías disfrazadas ?
Si algo identifica a las distopías actuales, es la focalización de su crítica en las nuevas tecnologías, su estigmatización es evidente y caracterizante. Matrix y Blade Runner ya lo hacían en su momento y más recientemente, Her o Black Mirror.
Black Mirror es una serie de televisión británica creada por Charlie Brooker que utiliza el abuso de las tecnologías para criticar la sociedad. Los aparatos electrónicos crean una realidad virtual que, bajo unas aparentes ventajas, individualizan al hombre recreando su lado más miserable. Cada capítulo se desarrolla de manera independiente y juntos crean una profunda crítica en la que la tecnología afecta al individuo a todos los niveles : en lo político, en lo económico , en lo sociológico, en lo interpersonal y en lo personal.
También la película Her (Spinke Jonze, 2014 ) realiza una crítica en esta dirección, aunque desde una perspectiva más sentimental y melancólica. ¿Llegará el momento en que prefiramos enamorarnos de una voz electrónica que de una persona?
Cualquier invención, y por consiguiente las nuevas tecnologías, pueden ser positivas o negativas en función del encauzamiento de la sociedad y de su adaptación al contexto. Por tanto, podemos identificarlas como una cuestión dual, ya que depende de que uso se les de.
Sin embargo, si algo realza en mi opinión la crítica de estas obras a las nuevas tecnologías es que, precisamente, se nutren de las nuevas tecnologías. El cine vive de las nuevas tecnologías : de la fotografía, del sonido, incluso de la publicidad y difusión mediática de redes sociales y televisiones. Director y espectador coinciden en una misma situación: ambos adoptan una visión crítica de las nuevas tecnologías a través de las nuevas tecnologías. Podríamos estar hablando entonces, de una nueva función. Si hablar del lenguaje mediante la lengua es metalenguaje, hablar de las nuevas tecnologías a través de las nuevas tecnologías, no deja de ser "metatecnología".
En final del segundo capítulo de Black mirror ( 15 Millones de méritos ) termina con la demoledora imagen de un hombre que sucumbe a la realidad virtual y observa un paisaje a través de una ventana artificial que recrea un mundo pacífico y tranquilo.
Pero si lo analizamos con detenimiento, el propio espectador esta entrando en el juego. Está observando a un hombre observar una realidad virtual con lo cual, el propio espectador forma parte. ¿ Es mejor dejar la serie, y salir a la calle a ver el mar, las hojas de los árboles, o el sol? ¿ O es mejor ver el siguiente capítulo?
Platón diferenciaba tres tipos de categorías : La categoría del mundo de las ideas, La categoría del mundo sensible, y una tercera, formada por reflejos y sombras del mundo sensible. En esta tercera categoría, Platón localizaba al arte. Ya que para él, era una copia de algo del mundo sensible, y como el mundo sensible es una copia del mundo de las ideas, el arte es una doble copia.
Desde este punto de vista, el citado capítulo podía ser una copia de una copia de una copia.
En el fondo, Black mirror es una serie utópica. De la misma manera que Her, la naranja mecánica, Matrix , Blade Runner o Metrópolis son películas utopícas. Las críticas poseen germen de cambio, ansia de renovación, y esto es precisamente lo que conciencia al espectador. Las distopías van acompañadas de : ¿Esto es realmente lo que que quieres? La representación de valores negativos conlleva la búsqueda de valores positivos en la realidad , a la vez que, la representación de valores positivos no siempre conlleva la búsqueda de valores positivos en la realidad.
Tal vez Platón prefiriese salir a la calle a ver el mar, las hojas de los árboles y el sol, y no ver el siguiente capítulo de black mirror. Pero el problema es, que precisamente, tal vez el capítulo de black mirror te hace valorar más el mar, las hojas de los árboles y el sol.
Es decisión nuestra observar el mundo desde una ventana artificial que recrea un mundo pacífico y tranquilo, o aceptar la distopía como primer paso para lograr una utopía.
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